Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2007

APOSTOLES- DISIPULOS Y TESTIGOS II-

LA LLAMADA DIVINA Los sabios hablan de ella, los santos pregonan su conversión, así lleva la palabra del señor, cual susurro que recubre tu ser , cual soplo alentador, como aquello que cambia y llena todo, escrito esta desde antaño: No temas, yo te he redimido y te he llamado por tu nombre. Tú eres mío promesa divina, síntoma de Amor allí se escucha ese susurro q impacta tu vida, escrito esta por EL: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes de que nacieses, te tenía consagrado: yo te constituí profeta de las naciones. Llamado divino que te regresa ala palabra que te hace buscar personalmente su rostro, su mano, su amor total su palabra, y el maestro corrobora el toque, No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para qué déis fruto, y vuestro fruto permanezca. Allí llega la unción, el aceite cae sobre tu cabeza allí llega el resto de tu vida, allí marca el inicio de la ultima parte del resto de tu vida, fuist

APOSTOLES- DISIPULOS Y TESTIGOS-

A LOS TESTIGOS, DISCIPULOS, MARTIRES, MAESTROS Y APOSTOLES, AQELLOS PESCADORES Y HOMBRES COMUNES QUE CREARON EL IMPERIO ESPIRITUAL MAS GRANDE DE LA HISTORIA... DISTANCIAS ¿Hoy a donde iré? ¿A Donde tu me llevaras? ¿Hacia donde he de marchar?, ¿He de llevar mi escudo? ¿He de llevar mi casco? ¿He de llevar mi espada? ¿A donde iré?, Solo, o ¿iras conmigo? He de recorrer este camino Sin oro, o plata, Solo con mi ropa, Aquí no importa nada más… Hombro a hombro con mi hermano. Llévame, llévame a ese lugar, Donde los hombres son hombres. Donde Dios habita, Llévame, llévame a ese lugar Donde los hombres son hermanos, Donde eso pesa, Lo que el oro vale… No llevo otro cambio de ropa, No llevo espada, ni bolsa de viaje… Donde Mi salario… mi comida de diario, Mi gozo la alegría de los hombres Mi recompensa la entrada al reino, Mi saludo, la paz con ustedes… Caminar, ¿cuanto tiempo? ¿a donde ire? Los confines de la tie

EL JUGLAR DE NUESTRA SEÑORA

Cuentos cristianos de la Edad media por Michel Zink É rase una vez un juglar. Siempre en camino, de ciudad en ciudad, de castillo en castillo. A veces lo acogían. Exhibía sus habilidades, y ganaba unas monedas. Con más frecuencia, lo rechazaban. Continuaba su camino bajo la lluvia o el sol. El camino interminable. Un camino que nunca le llevaría a su casa, porque no tenía casa. Recordaba haber oído un día un sermón elocuente. El predicador hablaba del camino de la vida y decía que el caminante, que es el hombre, no ha de tomar el camino por patria ni la posada por casa. A él que siempre estaba en camino, pobre juglar, esa tentación le afectaba más bien poco. Sabía de sobra que él no tenía ni patria ni casa. Sin embargo, sabía también que no por eso habría encontrado gracia a los ojos de aquel predicador. Los juglares eran tenidos por criaturas del diablo, que inci

A MIS AMIGOS II

EL AMANECER A Blanka En algún punto en el cual, fui invitado de regreso al camino, asistí a tú lado, por invitacion de mi hermana... el Dios eterno no quizo, que nos desarrolláramos allí, y nos mando a otra comunidad, pero ese precedente sentó las bases de algo maravilloso... pocas veces e estado en persona contigo, pero el espíritu que en todo lugar habita y emana, precede y anima, esta con nosotros y gracia a el seguimos conectados, por un vinculo mas aya de lo mortal. así en el servicio, nos encontramos, y sabes no soy yo el que te ha ayudado, eres tu el que me ayuda mi, sin ti muchas de estas idea nunca saldrían ala luz, eres tu la depositaria, solo parte de aquellos que deben escucharlo... pero por algo se empieza sabes , así se empieza. mi niña gracias, y gracias por leer, gracias por escuchar.. gracias por aguantarme, gracias por estar aquí, gracias por esto, gracias a DIOS. amiga nos vemos... Oma Mohammed Ben Constanti "A mis amigos" 2007 EN SU MANO DERECHA Al

PARA MIS AMIGOS

A ELLOS MIS AMIGOS, A ELLOS MIS HERMANOS , PARA ELLOS... MI RESPETO, ADMIRACION Y GRATITUD... NINFA IV Aquí bajo el almendro, esperé, uno, tres, seis, no lo se, días, semanas, meses, no me importa... las lunas transcurrían y el árbol y yo nos comunicábamos, los días transcurrían, y el bosque me hablo, y la hierba, me hablaba, las noches pasaban y la luna me cantaba, la lechuza me acompaña, un mágico momento aparecía, ¿cuando lo hubiera entendido?, para poder tenerte, conocerte es necesario, tu y tu mundo... y los días pasaban y el almendro me ofreció su fruto... y las noches pasaban y la luna y las estrellas me hacían compañía... y así la primavera, y así el verano, y así el otoño, y así el invierno, los ciclos se presentaron ante mi, y los vi bailar y los sentí hablarme, y los reconocí vivos... tu me observavas ahora, te llamaba la atención, mi paciencia, mi sonrisa eterna al descubrir cada nuevo ser, mi fascinación por este nuevo mundo, mi regreso del antes... mi alegría renovada,