Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2024

PEQUEÑO VALS VIENES

Imagen
Pequeño vals vienés En Viena hay diez muchachas, un hombro donde solloza la muerte y un bosque de palomas disecadas. Hay un fragmento de la mañana en el museo de la escarcha. Hay un salón con mil ventanas. ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals con la boca cerrada. Este vals, este vals, este vals, de sí, de muerte y de coñac que moja su cola en el mar. Te quiero, te quiero, te quiero, con la butaca y el libro muerto, por el melancólico pasillo, en el oscuro desván del lirio, en nuestra cama de la luna y en la danza que sueña la tortuga. ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals de quebrada cintura. En Viena hay cuatro espejos donde juegan tu boca y los ecos. Hay una muerte para piano que pinta de azul a los muchachos. Hay mendigos por los tejados. Hay frescas guirnaldas de llanto. ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals que se muere en mis brazos. Porque te quiero, te quiero, amor mío, en el desván donde juegan los niños, soñando viejas luces de Hungría por los rumores de la tarde tibia, viendo ovejas y lirios

LUCAS, MEDICO DE CUERPOS Y ALMAS

Imagen
 Lucas, el Evangelista Canto I: El Llamado de Lucas En las tierras antiguas de Siria, en la vasta ciudad de Antioquía, nació Lucas, un hombre de sabiduría y ciencia. Médico por vocación, su curación era su arte, su corazón noble y su mente ávida de conocimiento. En sus manos, la pluma era tan poderosa como el bisturí, y su deseo de sanar trascendía la carne, llegando al alma misma. C anto II: Encuentro con el Divino En un tiempo de grandes pruebas, cuando la palabra de Cristo comenzó a resonar por el mundo, Lucas conoció a Pablo de Tarso. Viajero incansable y apóstol de la fe, Pablo encontró en Lucas un aliado fiel. Juntos, recorrieron caminos polvorientos y mares inciertos, llevando la luz del Evangelio a las almas perdidas. Canto III: Las Crónicas Sagradas Con su corazón encendido por la fe y su mente dedicada a la precisión, Lucas se convirtió en cronista de los actos de Jesús y los primeros apóstoles. Sus escritos, detallados y meticulosos, formaron el Evangelio según S

SOLEDAD FECUNDA

Imagen
“Él les dijo: Vengan ustedes solos a un lugar deshabitado, para descansar un poco.” *Mc 6, 31 REFLEXIÓN Es cierto que hay una soledad deshumanizadora, pero existe otra multiplicadora, intensificadora y fecunda. Sólo en la soledad se acrecienta el alma y es en ella donde con más fuerza se puede oír la voz de Dios. Esta soledad se procura por el beneficio que brinda, es voluntaria y en conciencia se entra y se sale de ella. Pobre del hombre que necesite llenar su vida de ruidos y palabras! El hombre moderno tiene, efectivamente, pánico al silencio: al entrar en casa lo primero que hace es girar el botón del radio o encender la televisión, porque necesita, al menos, esa presencia de ruido o imágenes para no sentirse asfixiado de silencio. Con frecuencia llena sus casas de perros o de gatos porque no sabe vivir y dialogar con las personas. ¿O es que tanto no nos soportamos a nosotros mismos que no podemos vivir en nuestra propia y sola compañía? El silencio de la soledad fecunda es indispe

EL PATRIARCA ABRAHAM

Imagen
San Abraham Padre de naciones y amigos personal de Dios.  Abrahán pasa por ser el padre de la fe. Su fe queda reflejada en su disponibilidad para dejar su tierra, su patria y su casa paterna. Este triple abandono era para los monjes no sólo un modelo del camino de la fe, sino también del camino hacia la propia identidad personal. El que quiera ser plenamente él mismo, tiene que liberarse de todas las dependencias y ataduras, fundamentalmente de las dependencias respecto al padre y a la madre. No hay realización humana posible sin el padre y sin la madre, pero tampoco la hay sin emanciparse de los padres.  Quien siendo adulto sigue todavía atado a sus padres, no logrará nunca vivir su propia vida. No se trata aquí en primer lugar de una emancipación externa, de abandonar por ejemplo la casa, sino de una liberación interior de las figuras paternas interiorizadas. Pensemos en un hijo todavía vinculado a su madre. Como típico hijo enmadrado, nunca encontrará su propia identidad masculina.

LA VICTORIA SILENCIOSA

Imagen
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.» Mt 17, 5 -Estoy muy solo. No sirvo para nada. Me voy a hacer un largo viaje- dijo un muchacho de 14 años antes de suicidarse. Primero, ¿quiénes inventaron esa disparatada y monstruosa idea de que los hombres se dividen en gente que sirve para algo y gente que no sirve para nada? Y, segundo, ¿por qué  "creemos" que podemos confiar en este criterio de los hombres, cuando en el que hay que confiar es en Jesús? ¡Es una gran irresponsabilidad transmitir la idea de que haya un solo ser humano que no sirva para nada! Yo insisto: Todo hombre es un tesoro único para algo y para alguien . En cada uno de nosotros hay un don que tal vez sea, incluso, único. Y toda la felicidad de la vida consiste en entregarse terca y apasionadamente, para profundizar ese don. La voluntad del hombre es más fuerte que las adversidades,

ATADURA VIII

Imagen
Está es una danza de cuerdas y cuerpos, donde la tensión, crean un lenguaje silencioso, de seducción y rendición. Un juego de poder y control, donde la confianza es la clave. Para desatar los nudos, del alma y del corazón. La cuerda, una extensión, del tacto y la sensibilidad, Que explora la forma, y la belleza del cuerpo. Un ritual de conexión, donde la intimidad, Se teje con cada nudo, y se despliega con cada movimiento. La poética del Shibari, Es una celebración, de la belleza y la pasión, de la sensualidad y en cada gesto y cada nudo un susurro.  LXXI Las medias blancas  Sus muslos nemorosos... Cordel de seda LXXII Encaje blanco Muslos tejidos en red... Luna de plata LXXIII Ligas y sedas Nubil, serena dama... Marea altanera LXXIV Nudo de seda  Mordiendo tu muslo... Dulce vendaval  LXXV Sutil aroma En valle florecido... Muslos ceñidos LXXVI Ligas y satín Luna en el espejo... Arrodillate LXXVII Nudo granate  Mordiendo tu ingle... Furiosa marea LXXVIII Purpura liga  Tatuada en tu ingl

FRANCISCO, SANTO

Imagen
¡Oíd, oh fieles! La historia de San Francisco de Asís, un siervo de Dios que brilló como una estrella en la oscuridad de este mundo. En el año del Señor de 1181, en la ciudad de Asís, Italia, nació Francisco, hijo de Pietro di Bernardone, un rico mercader, y de lady Pica. Desde su juventud, Francisco fue un joven alegre y pródigo, pero un encuentro con un leproso cambió su vida para siempre. Un día, mientras cabalgaba, Francisco se encontró con un leproso y, en lugar de evitarlo, se acercó y le dio todo el dinero que llevaba. Este acto de caridad fue el comienzo de su conversión. Francisco comenzó a frecuentar la iglesia de San Damián, donde escuchó la voz del Señor: "Francisco, repara mi casa que está en ruinas." Entendiendo que se refería a la iglesia, Francisco vendió sus bienes y comenzó a restaurarla. Su padre, enfurecido, lo desheredó, pero Francisco no se arredró. En 1209, Francisco recibió la llamada del Señor para predicar. Se deshizo de sus posesiones y se vistió co

VIVIR EN EL PRESENTE

Mucho se habla de este tema hoy en día: ¡abunda la fuga hacia el ayer, o hacia el mañana! Hay quienes viven encadenados al pasado, unos por añoranza y otros por amargura; y los que viven magnetizados por el futuro, unos porque le temen y otros porque en él ven la realización de todos sus sueños.  Son maneras de no estar verdaderamente vivos. Muchos siguen atados al pasado, encadenados a un fracaso o a una herida. Se aferran a amargarse porque hace treinta años no los quiso su madre, les traicionó un novio o fracasaron en un proyecto. No se han perdonado a sí mismos por un viejo dolor.  Se han inventado un Dios rencoroso ante quien tienen que seguir expiando su error, cuando Dios ya lo perdonó con amor.  Vivir en el pasado es una solución perfecta para muchos a los que no les gusta el presente o no parecen tener agallas para modificarlo. La Biblia llamó, hace más de veinte siglos, “necios” a quienes siguen preguntándose por qué siempre el tiempo pasado fue mejor.  Por otro lado, están l