SOLEDAD FECUNDA
“Él les dijo:
Vengan ustedes solos a un lugar deshabitado, para descansar un poco.”
*Mc 6, 31
REFLEXIÓN
Es cierto que hay una soledad deshumanizadora, pero existe otra multiplicadora, intensificadora y fecunda.
Sólo en la soledad se acrecienta el alma y es en ella donde con más fuerza se puede oír la voz de Dios.
Esta soledad se procura por el beneficio que brinda, es voluntaria y en conciencia se entra y se sale de ella.
Pobre del hombre que necesite llenar su vida de ruidos y palabras!
El hombre moderno tiene, efectivamente, pánico al silencio: al entrar en casa lo primero que hace es girar el botón del radio o encender la televisión, porque necesita, al menos, esa presencia de ruido o imágenes para no sentirse asfixiado de silencio.
Con frecuencia llena sus casas de perros o de gatos porque no sabe vivir y dialogar con las personas.
¿O es que tanto no nos soportamos a nosotros mismos que no podemos vivir en nuestra propia y sola compañía?
El silencio de la soledad fecunda es indispensable en la vida de toda persona.
Es ahí donde todo habla al alma, donde se encuentra la propia verdad.
También es bueno recurrir a esos amigos silenciosos y fecundos que son los libros, o los compositores de bella música, escritores de poemas.
Este silencio es un tesoro de amistad; una amistad complaciente que se calla y nos deja con nuestros pensamientos en cuanto los cerramos.
Pero, aclaro, esta soledad elegida es un arte difícil, que con frecuencia su aprendizaje exige una vida entera.
Quien en la soledad mira su propio ombligo no imita a Dios, sino al egoísmo y al desamor.
Quien en la soledad toca su alma, está con Dios y saldrá del silencio fortalecido en el amor.
La soledad no es un bien en sí. Es un bien “para algo” y “para alguien”, es un terreno sobre el cual construir mejor la propia alma o una huerta para producir frutos que otros puedan comer.
Volvemos a lo de siempre: solo se está solo de verdad cuando se ama. ¿Cómo distinguir, entonces, la soledad egoísta de la soledad fecunda? La respuesta es la alegría.
VIVIR CON ALEGRÍA-
(Apostolado de Grupos de Oración Virtual)
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