LUCHAR AD AMAR
Quien solamente lucha, corre el peligro de volverse duro e insensible. Quien solamente ama, propende a potenciar sólo su parte afectiva de ternura. Las dos virtualidades pertenecen a la masculinidad. Como luchador, el hombre es capaz de amar. Y su lucha necesita el amor, para que no se convierta en un combate rabiosamente ciego.
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