LA IGLESIA ES UNA
UN ENCUENTRO QUE AÚN SUEÑA EN LA UNIDAD.
Hace 60 años, el 5 de enero, tuvo lugar el encuentro y abrazo, en Jerusalén, entre el papa Pablo VI (262.° sucesor de San Pedro) y el patriarca de Constantinopla Atenágoras I(268.º sucesor de san Andrés). Un encuentro después de siglos de separación.
La última vez que un papa y un patriarca de Constantinopla se habían encontrado fue durante el concilio de Florencia, en 1439.
El papa Eugenio IV y el patriarca de Constantinopla José II.
Este murió ese mismo año y está enterrado en la iglesia de Santa Maria Novella de Florencia.
Desde entonces, y sobre todo después de hecho que sucedió poco después del concilio, la caída de Constantinopla en manos de los otomanos en 1543, no hubo ningún otro contacto personal entre el obispo de Roma y el patriarca de Constantinopla.
Como resultado de aquel acercamiento histórico, en una declaración conjunta efectuada el 7 de diciembre de 1965, Pablo VI y Atenágoras I decidieron «[...] cancelar de la memoria de la Iglesia la sentencia de excomunión que había sido pronunciada [...]» en ocasión del Cisma de Oriente y Occidente, es decir, se acordó revocar los decretos de excomunión mutua lanzados en el Gran Cisma de 1054.
Comentarios