NAYARIT
Tierra del hijo del sol y del cielo
fértiles valles, abundantes costas
majestuosos manglares...
Oh! Tierra de luz de antaño
pueblo Nayeri de sierra y de rió
del maíz y de las flores...
Guardianes y vigilantes del gran Tayau
nuestro padre que fuma su gran pipa
de nuestra madre Tetewan, que nos da la tierra
y el maíz para vivir...
Tierra del Hijo del sol y del cielo
del pueblo rey y consejero
sabio con Sautari el recolector
a su lado...
Pueblo mágico, tradición mía
mi mirada se pierde en el Matatipac
mi mirada al Sanganguey...
verdes prados, antiguos sembradíos
tierra de los Xaliscas...
II
Esta es mi tierra Nayarita
Mi cultura, mi mágico suelo
mi niñez enraizada mi sueño infantil
aquí jugué, crecí, aprendí
de mi abuelo, de mi padre y madre
del campo verde y cañaveral...
NAYARI
Rey y sacerdote Cora, unificador de las tribus de la región.
Poseedor de un don de liderazgo y carisma que no pasó desapercibido por los españoles, quienes lo entrevistaron en son de paz, en sus primeras incursiones de exploración y conquista en la primera mitad de los 1500's.
Gracias a su digna y convincente posición de gobernante, la Sierra de Nayarit fue la última región de América que se resistió a la conquista de los europeos. El Rey Nayar aceptó, diplomáticamente, a la religión cristiana como nueva doctrina para su pueblo al permitir ser bautizado por el fraile Miguel Caldera con el nombre de Francisco Nayarit Coronado. De esta forma, pasaron 200 años sin que el virreinato novohispano invadiera la autonomía de las tribus serranas.
A la muerte del caudillo Cora(casi a los 100 anos de edad), su cuerpo momificado, fue venerado en un templo situado en una cueva de la Mesa del Nayar, llamada también la Mesa del Tonati.
En 1722, cuando el ejército colonial, por fin, pudo vencer a los valientes guerreros coras, su cuerpo fue trasladado a la ciudad de México como trofeo de guerra y fue quemado por la Santa Inquisición en la plaza, como un "Auto de Fe" simbolizando, el fin de la influencia de la religión pagana de los pueblos del Nayar.
La Historia, sin embargo, hoy condena esta acción, por considerarla una vejación a los acuerdos de respeto que el Rey Nayarit y los militantes hispanos habian pactado de mantener la paz en la región. Los coras nunca atacaron poblaciones; nunca invadieron ni la religión ni la cultura mestiza; sino al contrario"; paulatinamente iban mezclando elementos culturales y religiosos de Occidente en su propia cultura y, sobretodo, eran los dueños legítimos de su territorio.
Como un acto de justicia historica, al eregirse en estado el Territorio de Tepic por decreto de la Constitución de 1917, Don Venustiano Carranza, gran conocedor de la historia de México, sugirió que el nuevo estado tomara el nombre del ilustre monarca indígena.
Versiones pictóricas diversas tratan de representar al caudillo Cora de quien, se dice, medía más de 2 metros de estatura y había perdido un ojo en una batalla. ¿Coincidencias? ...Manuel Lozada y Esteban Baca Calderón; dos héroes posteriores de la historia nayarita, ¡también eran tuertos.
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