LA ENTRADA DE CRISTO EN JERUSALEM
El día de hoy para acompañar a Cristo en su pasión, su muerte y su resurrección, vamos a centrar nuestra reflexión en la entrada de Cristo a Jerusalén. La entrada Mesiánica de Jesús en Jerusalén, tal como la presenta San Juan, se encuentra centrada en un contexto muy particular. No hay que olvidar que los evangelios son una carga espiritual, teológica, de presencia de Cristo. Por así decirlo, son un retrato descrito. San Juan ubica la entrada de Cristo en Jerusalén, por una parte, en el contexto de la unción de Betania, en la que se ha vuelto a hablar de la resurrección. Junto con este aspecto de la resurrección aparece, como sombra constante, la determinación de los sumos sacerdotes para deshacerse de Cristo. Y como un segundo trasfondo de la entrada de Cristo en Jerusalén está el contexto del discurso de Jesús sobre el grano de trigo que tiene que caer y morir para dar fruto. Dice el Evangelio: “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. En verdad, en verdad os dig