EN LA PUERTA: UN DIA DIFERENTE

El DIA empezaba con el canto del gallo, aun el amanecer no llegaba, pero ese día se sentía diferente, el sabath terminaba, un nuevo inicio de semana, allí estaba yo parado delante de la muralla de la ciudad santa, camino al valle, con un pequeño grupo de cabras, ese era yo, mi nombre eliud hijo de farfán, tenia 13 años, aun era un niño, pero ese día mi vida cambio, esa semana q se venia, cambio la historia de mi vida, y creo y confió, que cambiara la historia del mundo conocido...

caminaba detrás de mi rebaño unas 7 cabras, que eran de mi padre, solo eso teníamos, no éramos pobres, mi padre también era alfarero, éramos artesanos, pero mi pueblo es un tanto cerrado con las clases sociales, yo como hijo de alfarero no podría hacer mucho en esta sociedad, me gustaban la pintura, pero no había como tener recursos para ello, mi padre era celosos de la religión de sus ancestros, temía a Elohim, y cuidaba las normas de moisés, bajo esa tutelaridad me criaba a mi y a mis demás hermanos 6 en total era el séptimo y el mas pequeño.

hacia algunos años mi mundo se había convulsionado, la paz era cada vez mas delgada, los romanos asilaban a mi pueblo, y ellos respondieron, haciéndoles la guerra, de alguna manera trataban de emular a aquel héroe judas el Macabeo, que libero juntos con sus hermanos a Israel del poder del aquel rey Antioco VI epifanes, rey de Siria, "El día de la liberación" le llamaban, hanukka, así aparecieron de nuevo los nuevos Celotes, reclutaron mucha gente, guerrilleros armados, mataban patrullas romanos, asaltaban caravanas, cuando yo me entre era demasiado joven para entender lo que pasaba a mi alrededor. Solo sabía que mi padre se sentía orgulloso de sus dos hijos mayores, Eliab y Selumiel.

Eran grandes y fuertes se fueron hace 4 años y medio, sabemos de ellos por los mensajeros, dicen que pelean con fiereza defendiendo su nación, y eso hace llorar a mi padre, hace algunos meses que no tenemos noticias de ellos, pero mi padre confía en q estarán bien, hace poco escuche por Jerusalén a Elimas, un comprador de lana, cliente de mi padre, que un nuevo movimiento se gestaba, que hacia varios meses un profeta de Dios remplazaba a aquel al q llamaban el Bautista, su nombre rea Yehuda, y era nativo de Galilea, de Nazareth según decía, hacia, varios años venia predicando, una doctrina rara, sin sentido, y escandalosa, pues se decía hijo de Dios.

-Que blasfemia- decía mi padre, quien se cree ese Yehuda, solo uno mas q busca atención decía, aparte de Nazareth, q hay allí en ese pueblo olvidado de Dios, Elimas le replicaba que sus seguidores decían que era el Mesías salvador, y mi padre rió burlonamente- La escritura de los nabii, dice que el Mesías nacerá de Belem de Judá, la pequeña de los hijos de Judá, lugar del Gran David hombre de Dios- no de Nazareth, olvida eso dijo, y Elimas se marcho.

Ya había escuchado de este profeta, había escuchado de su andar por la nación, que hacia prodigios, y milagros, que resucito a un tal Lázaro, no se si eso es posible, pero dicen que si, escuche lo de una boda, una fiesta de panes y pescados, historias fantásticas que me hacían recordar los días de Profeta Elías, pero bueno, yo debía seguir cuidando mis cabras.

Solo soy un muchacho, como para entender esas cosas, mi padre no me pondría atención, un pequeño como, yo, débil, casi delgado, mi padre decía q no servia ni para la guerra contra los romanos, pero esperaba que creciera y me fuera como mis hermanos, y el nombre de la familia llevar hasta lo alto de los hijos de Israel. Todo ese mes era diferente, la pascua se acercaba, y a Jerusalén subían todos los hijos de Abraham, el templo estaría lleno de gente, y los campamentos de peregrinos empezaban a aparecer alrededor de la muralla.

Caminando por el pequeño cerro donde mis cabras pastaban, vi. A lo lejos a una muchedumbre andar, no sabia que significaba, me llamo la atención, no se veía mucho, pero quería ir, mi natural, curiosidad infantil, pero estaba al cuidado, no podría dejar el rebaño, esa muchedumbre se acercaba ala puerta del sur, y gritaban pero no escuchaba que, así que abandone todo, un momento, el rebaño debería estar allí para cuando regresara, solo seria un momento, y corri. ala puerta.

Estaba cerca y pude ver a un hombre montado en un burro, no había visto cosa mas graciosa en mi vida, el hombre le arrastraban los pies, era una escena muy divertida, pareció como si mi risa fuera escuchada porque giro su rostro y su mirada quedo fija en mi, y me sonrió deliberadamente, esa mira me helo por un segundo y después me reconforto como nunca nadie antes lo había hecho, no entendía la sensación pero era increíble. Eso hizo que corriera más fuerte para llegar antes que el ala puerta.

Lo logre estaba en el marco y el se acercaba, paso a un lado mió y me toco la cabeza, una sensación me carcomió el corazón y ardió mi intestino, no sabia que era, pero entendí que este hombre era diferente... y entendí lo que el gentío gritaba, ¡<> <> Bendito el que viene en el nombre del señor", tome el manto de uno de los que lo seguían y le pregunte quien era, el me dijo: es Yehuda el Nazareno, rey de Israel...

Increíble lo que me decían, el era el profeta, el Mesías, el salvador, el hijo de Dios, no lo podía creer, yo no entendía mucho, pero mi corazón y mi alma rebozaban de alegría, y así paso con los gritos de jubilo, sobre el camino de adoquín eran puestas palmas, olivos, ramas de los árboles , haciendo una alfombra, era una especia de desfile, de bienvenida, la gente lo trataba como rey, alegría y jubilo reinaba sobre esa calle, no lo pude seguir mucho, mi rebaño, así que corrí de nuevo hasta el, y gracias aun estaban todos allí. Mi hermana me llevo la comida después medio DIA.

Al atardecer llegue a mi casa, no se que me pasaba solo sentía que era diferente, a mi padre ya habían llegados las noticias de la llegada, y no le importaba, ese hombre - decía- debería morir apedreado por blasfemo, respetaba Alos Celotes y Alos Sicario, pero no a el, ni su grupo, de rebeldes, blasfemos, total repetía eran Galileos, sucios, pobres y fanáticos, nada mas que decir, le comente que lo había visto entrar en la ciudad y que fue agradable, no acabe de hablar cuando me cundió a palos, gritando, - insulso idiota, y si se las llevan, allá afuera esta llenos de pobres, leprosos, pecadores, que insultaros a Elohim, y tu dejando el rebaño solo, que te pasa, si se las roban no me las pagarías tu acaso, dime lo harías, vete- aunque me tundio, y me lastimo, era raro, el dolor que sentía no amainaba mi alegría, no me dolía tanto, era como si sus palabras de recazo y sus golpes fueran regalos para mi, suena raro lo se, pero así me sentía, esa noche dormí muy feliz, el cielo llenos de estrellas comenzaba a ser diferente, hermosos puntos luminosos, en el cielo, me preguntaba donde estaba el maestro, aquel rabí de Galilea, y allí me dormí...

1ra parte

Oma Mohammed Ben Constantin
"Semana Santa" 2008
Del diario de Eliud Ben al-Farfan