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LA CULTURA DE LA MUERTE



En un mundo, en el que lo relativo ataca a ala juventud, en una sociedad globalizada, el hombre es abofeteado por el pecado, sobajado por la maldad, y flagelado por la desidia, al punto de llevar ala humanidad a un fin, ¿porque hablo tan fatídicamente?.

Sencillo voltea a ver tu alrededor, observa tu entorno, ve la contusión de tu mundo, de tu realidad;
observa al HOMBRE, observa al HOMBRE.

En su Carta Encíclica Evangelium vitae, el Papa Juan Pablo II alerta sobre lo que él llama la "libertad perversa", aquella que nos confiere "poder absoluto sobre los demás y en contra de los demás", y de la cual resulta, sigue diciendo, una "cultura de la muerte". La preocupación del Santo Padre nace de la realidad de que "grandes sectores de la opinión pública justifican ciertos crímenes contra la vida en nombre de la libertad individual". El origen de esta "libertad perversa" se encuentra en una concepción de la libertad que "exalta al individuo aislado de forma absoluta y no da cabida a la solidaridad ni a la apertura y el servicio hacia los demás". En resumen, el Santo Padre está diciendo que cuando un individualismo extremista se interpreta como libertad, el resultado es la "cultura de la muerte".

Puede ayudar a poner de manifiesto la asociación entre el individualismo extremista y la "cultura de la muerte" el considerar cómo el matar a niños todavía no nacidos mediante el aborto y aún a pequeños infantes está siendo justificado en nombre del concepto de libertad. Y qué mejor "ejemplo" de ello que oír a Francés Kissling, la astuta y engañadora anticatólica del grupo conocido como "Católicas por el Derecho a Decidir ("Catholics for a Free Choice"). Cuando Juan Pablo II expuso con toda claridad sus conceptos y su doctrina sobre el aborto, el infanticidio, la eutanasia, la pena de muerte, la ecología y la ingeniería biológica en Evangelium vitae, Kissling respondió diciendo que "lo que el Papa llamo la ‘cultura de la muerte' es realmente la libertad humana, el ser libre para tomar decisiones basadas en la propia conciencia".*

A que nos lleva esta "libertad" a una vida de desatinos, de cansancio mental, de aburrimiento, de despojo de la propia humanidad, y el raciocinio, ¿a que nos lleva esta libertad?, a generar ideas, e ideologías, parámetros y demás argumentos para apoyar una idea desde el principio humanamente errónea.


El filósofo Michael Tooley formuló el argumento de que para tener derecho a la vida era necesario poder desear continuar viviendo, y esto a su vez necesitaba la existencia de lo que se conoce como auto conciencia, la cual no posee ningún recién nacido. Así se le dió un nuevo giro al ideal de Thomas Jefferson en nuestra Constitución en relación con los derechos inalienables de la persona humana: no puede haber derechos humanos mientras los seres humanos no se consideren a sí mismos como entes separados, con un pasado y un futuro. Esta concepción, compartida por la historiadora María Ana Warren, es un asalto a la doctrina natural de los derechos humanos que ha dado forma tanto a la tradición católica como a la estadounidense.

Un signo revelador de la cultura de la muerte, es la absolutización de la libertad individual subjetiva, en dónde se manifiesta una visión de libertad muy individualista, que acaba por ser la libertad de los más fuertes contra los más débiles. Uno de los lemas favoritos de las sociedades Pro-Eutanasia, es la proclama de D. Humphry, que nos dice que la eutanasia, debe ser libre, legal y rara. No se dice que la muerte es un bien, pero sí que cada uno tiene total libertad de recurrir a ella cuando y como lo crea conveniente. Es preocupante esta disponibilidad de la vida, por parte del individuo libre.

La mayoría de los miembros de la sociedad post moderna, consideran que la vida es un bien, sin embargo, como es un bien intangible, conciben la posibilidad de poder eliminarla en sí o en otro, si esto pareciera conveniente. Así aunque se teme a la muerte, esta se lleva a cabo muchas veces, como una “solución” aceptable ante ciertos problemas existenciales. Como por ejemplo: un enfermo en estado grave e irreversible, que ya no le encuentra ningún sentido a su vida, la solución aparentemente “más adecuada”, es adelantar “dulcemente” su muerte. De este modo, la muerte se ha convertido incluso, en un objeto de derecho. El derecho a optar libremente por ella, para sí o en relación con los otros.(1)


En lo profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándolo siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... Porque el hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia está la dignidad humana y según la cual será juzgado" (Gaudium et spes, 16).

Así pues, actuando con fiel obediencia a los dictámenes de su propia conciencia moral, que rectamente busca el bien y se alimenta constantemente de la verdad conocida, toda persona expresa y realiza en profundidad su dignidad humana, edificándose a sí mismo y a la comunidad entera mediante sus opciones conscientes y libres.

Otra coordenada que pone a prueba la conciencia cristiana, además de la cultural, está constituida por las normas jurídicas vigentes, tanto las codificadas como las definidas por los tribunales y las sentencias de los tribunales, que, cada vez en mayor número y bajo una fuerte presión de grupos coligados e influyentes, han abierto y están abriendo la brecha ruinosa de las despenalizaciones: se prevén excepciones al derecho individual a la vida, se van legitimando cada vez más diferentes atentados contra la vida humana, acabando de hecho por desconocer que la vida es el fundamento de todos los demás derechos de la persona, y que el respeto debido a la dignidad de todo ser humano es el fundamento de la libertad y de la responsabilidad. A este propósito, Benedicto XVI ha recordado que "el cristiano está continuamente llamado a movilizarse para afrontar los múltiples ataques a que está expuesto el derecho a la vida" (ib.).

Como conclusión, volvemos a proponer el deseo expresado por el Santo Padre, como mensaje de esperanza y de compromiso para ayudar a construir una sociedad humana realmente edificada a la medida del hombre: "Por eso, queridos hermanos y hermanas, pido al Señor que os mande a vosotros, y a quienes se dedican a la ciencia, a la medicina, al derecho y a la política, testigos que tengan una conciencia verdadera y recta, para defender y promover el "esplendor de la verdad", en apoyo del don y del misterio de la vida. Confío en vuestra ayuda, queridos profesionales, filósofos, teólogos, científicos y médicos. En una sociedad a veces ruidosa y violenta, con vuestra cualificación cultural, con la enseñanza y con el ejemplo, podéis contribuir a despertar en muchos corazones la voz elocuente y clara de la conciencia" (ib.).**

Sintetizando, podemos afirmar que la cultura de la muerte, “consiste en una mentalidad plasmada en una serie de realidades sociales, que habiendo perdido de vista el valor intangible de toda vida humana, la ve como un bien relativo y disponible para la libertad del individuo, de modo que considera la muerte como la solución mejor ante ciertos problemas y la opción por ella, un derecho que la ley ha de reconocer al individuo.” (1)

Luchemos por fomentar una cultura a favor de la vida, del matrimonio y de las familias.


Por estas cosas no es de extrañar que la Iglesia Católica sea en estos momentos en nuestra sociedad el blanco preferido de tantos ataques. Con la autoridad de sus más de 2,000 años de existencia ha defendido la dignidad de la persona humana. Ahora la defiende de esta "cultura de la muerte" que hemos tratado de definir en este artículo. A diferencia de sus adversarios, la Iglesia Católica no cambia sus enseñanzas ni sus doctrinas para complacer ideologías y tendencias que están de moda, o por motivos egoístas de popularidad o supervivencia. Los que promueven la "cultura de la muerte" saben que la Iglesia Católica es su enemigo y por ello continúan sus virulentos ataques contra ella. Pero precisamente por todas esas razones es que este es uno de los mejores momentos para sentirse orgulloso de ser católico.

Esta es una traducción del artículo titulado "Qualifying the Culture of Death", publicado en la revista Catalyst, en noviembre de 1995. La revista Catalyst pertenece a la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles. El Sr. Donahue es el presidente de dicha liga.

(1) Lucas Lucas, Ramón. (1996) “Comentario Interdisciplinar a la “Evangelium Vitae”. B.A.C. (Biblioteca de Autores Cristianos). Madrid, España. P. 241

**Ciudad del Vaticano, 15 de marzo de 2007 ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDADECLARACIÓN FINAL DE LA XIII ASAMBLEA GENERAL

Comentarios

Anónimo dijo…
ho0olaaaaaaaaa!!!!
sabeees me has apoyado0o musho00!!
y realmentee no tienes xq hacerlo0!!
es lo mas monito0 xq eres komo un angelitop!

mushas gracias y kuidateeee musho0o

iegaras muy muy alto0o0o pokas personas ay komo tu asi tan inteligentes!!!
kuidate musho
y kuentas konmigo0o
gracias x tod0o
y no sabe skomo le doi gracias a diosito0 x poner personas komo tu en mi kamino0 ke me ayudaaan en los momentos dificiles unbezo0o babay
Anónimo dijo…
Ke ondas!!!

Sabes, me dio mucho gusto haberte conocido, se ke tengo poco de conocerte, pero kiero ke sepas ke en mi tienes a una amiga con la cual puedes contar siempre. Me caiste super desde ke te conoci y espero verte pronto.

Nos vemos luego y sigue asi siempre.

Besos... Bye!!
Anónimo dijo…
wow! muy buena introduccion, espero que pongas lo que sigue muy pronto :D gracias por un rato super chido el sabado!! :D besos
Luis Cazares dijo…
Excelente "entrada", me parece muy interesante y muy cierto lo que dice.
Sin embargo, hay algo en lo que aun tengo duda.
¿El rechazar la atención médica es considerada eutanasia? Por ejemplo, si alguien necesita de una máquina para sobrevivir, ¿es malo que esa persona decida que apaguen la máquina y que suceda el curso natural de la vida?
Luis Cazares dijo…
Se me pasó comentar a todos los que lean esto:
¡Hay que promover el derecho de la vida! ¡Hay que alejarnos de esta cultura de la muerte!
Porque todos merecemos una oportunidad de vivir ¡Di NO AL ABORTO!
Anónimo dijo…
jeje la verdad no lei tu entrada jaja pero stoy seguro de k dijiste algo muy sabio jeje tkm javieres un super niño y te me hace bn chido, y bien inteligente, sabes de un chorro de cosas y tienes buenos consejos, siga asi compañero y a ver si les pega algo de su ionteligencia a sus hermanitos porq.... jeje no te creas cuando lea tod te dejo un rec opinando sobro lo kescribiste ok? te lo prometo bueno nos vemos y platica mas opr msn conmigo jeje byebye
Anónimo dijo…
hola chiko sabes k te quiero mucho y eres super lindo ....no cambies
Anónimo dijo…
muy buen articulo ...vale la pena leerlo hasta el final (Y)
Anónimo dijo…
hey carnal ya vi masomenos su blog, jaja esta medio laaaaaaaaargo y pus la neta no lo lei todo pero me parecio interesante eso ultimo y pus lo lei superficialon y si apoyo a no se kien ke dijo ke no al aborto!!! weno me despidou saludos desde el mas aka =)
Abril dijo…
Hola, Felicidades por tu sitio, animo y ke Dios nuestro Señor te bendiga por el gran trabajo de evangelizacion que realizas.

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