SAN JERONIMO
La figura de San Jerónimo es muy rica iconográficamente hablando, y ampliamente representada en todos los estilos del arte cristiano y técnicas y formatos posibles. Iconos, esculturas, relieves, pinturas, vidrieras, etc., ya sea solo, formando parte de una serie de Padres de la Iglesia, o alguna escena de su vida. De estas, principalmente se prefiere su estancia en la cueva de Belén, escribiendo en su estudio, o el episodio de la flagelación por los ángeles. Sus atributos principales son: El capelo y vestiduras cardenalicias , aunque no fue cardenal, ni mucho menos. Son los servicios que prestó al papa San Dámaso como secretario y puntualmente como dirimente de asuntos, lo que le han hecho aparecer en la iconografía como un cardenal, que, estrictamente, son colaboradores del papa en el gobierno de la Iglesia. Ocasionalmente aparece con el hábito de la Orden Jerónima , siempre en circulos relacionados con estos monasterios. El libro ( o los libros si es una escena interior, en su