SAN MARTIN DE TOURS

 El Caballero que Dividió su Manto

Martín no nació para santo, sino para la guerra. Su historia comienza alrededor del año 316 d.C., en lo que hoy es Hungría (entonces la provincia romana de Panonia). Era hijo de un tribuno militar, lo que significaba que su destino estaba sellado desde el nacimiento: sería un soldado romano.

Su geografía fue la de la frontera y el campo de batalla. Fue trasladado a Italia, y luego a la Galia (actual Francia), sirviendo en la caballería imperial. Fue allí, en esa vida de campamentos, espadas y disciplina férrea, donde se tejió su leyenda.

La vida de Martín, el soldado, se detuvo por un simple encuentro en un invierno excepcionalmente crudo, alrededor del año 334 d.C.

Martín no era todavía un cristiano bautizado(era un catecúmeno, alguien que se preparaba para serlo), pero su corazón ya seguía el llamado del Evangelio. Al llegar a las puertas de la ciudad de Amiens, vio a un mendigo tiritando, casi desnudo, pidiendo limosna sin recibir nada. Martín no tenía monedas que dar.

Entonces, sin pensarlo dos veces, tomó su propio manto militar, esa prenda gruesa que lo protegía del frío, y con su espada, lo cortó por la mitad. Le dio una mitad al mendigo para que se cubriera, y él se quedó con la otra. Sus compañeros se rieron de él por ir vestido de forma tan ridícula y asimétrica.

Esa noche, Martín tuvo un sueño que cambió su vida. Vio a Jesucristo vestido con la mitad del manto que había regalado, y escuchó a Jesús decir a los ángeles: "Martín, que aún es catecúmeno, me ha vestido con este manto."

Este encuentro fue el detonante. Se bautizó poco después, y una vez que cumplió con sus deberes militares, se negó a seguir luchando.

"Soy soldado de Cristo," le dijo a su general. "Ya no me es lícito combatir."

Martín dejó las armas y dedicó el resto de su vida a la fe: se convirtió en monje, fundó uno de los primeros monasterios de Occidente (Ligugé en Francia), y finalmente, fue aclamado por el pueblo como Obispo de Tours.

El legado de San Martín de Tours es inmenso y se concentra en su radicalidad:

Su acto en Amiens se convirtió en el modelo europeo de la caridad cristiana: dar no de lo que sobra, sino de lo propio y necesario. Nos recuerda la enseñanza de que al servir al pobre, servimos directamente a Cristo.

Su renuncia al ejército, en una época donde ser soldado era la máxima expresión de la ciudadanía romana, es un testimonio del pacifismo cristiano. Representa el caballero que cambia la espada por el servicio.

Es uno de los santos patronos de Francia y de numerosas ciudades y oficios ligados a su vida (soldados, tejedores, fabricantes de telas).

San Martín de Tours es el santo que nos enseña que el camino de Dios comienza con un simple, pero doloroso, acto de generosidad que debe cortar una parte de nosotros mismos.

* Cuelga en todos los marcos de las puertas en Mexico. El acto de dividir y compartir el manto se interpreta como un acto de protección y socorro. En el marco de la casa, su imagen funciona como un guardián que, al igual que protegió al mendigo del frío, protege a los habitantes de la escasez, las malas influencias y los peligros que puedan entrar desde la calle.





Comentarios