LUNA I
La luna apenas parpadea,
los árboles lloran silencios,
la lluvia canta suaves secretos,
somos dos llamas buscando hogar.
mi piel reconoce tu roce,
es un poema que respira,
tu aliento es una profecía,
se filtra por cada herida.
las gotas trazan caminos invisibles,
y aún así tú descifras todos,
mojados, somos tierra y fuego,
renunciamos al miedo esta vez.
bajo esta tormenta sin tregua,
el tiempo no sabe existir,
solo hay labios sobre labios,
entrega sin final, sin fin.
LUNA II
Tu mano es un ancla en la tormenta,
detiene al mundo en un instante,
el miedo es ceniza que el fuego ignora,
solo queda la sed de este latido.
La piel ya no distingue un límite,
la sed de tu boca es mi única ley,
somos un eco, un mapa sin brújula,
donde el alma aprende a respirar tu ser
LUNA III
La lluvia canta sobre la ventana,
un murmullo suave al tacto frío,
la habitación respira entre susurros,
tu piel tan cercana, tan urgente.
besos se derraman como ríos tibios,
caricias florecen en campos presos,
nuestras manos, mapas de emociones,
el tiempo se desconoce, desvanece.
mi cuerpo entrelazado al tuyo, fuego,
prendemos llamas bajo luces tenues,
la pasión es un idioma secreto,
hablamos con temblor de almas.
entrega sin medida, sin fronteras,
somos un solo latido, un himno,
la noche se guarda nuestro peso,
la lluvia lo aplaude, silente, fiel.
LUNA IV
Nuestra respiración es una pregunta,
que el tacto responde sin palabras,
la luz tenue dibuja los contornos,
mientras el alma descifra cada pliegue.
Mis dedos trazan historias en tu espalda,
buscando el umbral de lo prohibido,
la calma es un pacto que no dura,
porque el deseo exige ser nombrado.
LUNA V
La luna llena marca las sombras,
caricias suaves cruzan la frontera,
encaje negro como un susurro,
medias de red atrapando promesas,
tus labios incendian este silencio,
un espectáculo de cuerpos latentes,
deseo danza bajo luces rojas,
el corsett aprieta historias secretas.
la habitación se rinde a tu fuego,
cada beso es una constelación,
piel contra piel, misterio vivo,
suspiros tiemblan al borde del alba,
la noche se convierte en un pacto,
mi nombre descansa en tu cuello,
la luna llena nos bendice,
somos infinitos hasta el amanecer.
LUNA VI
El jadeo se hace un murmullo denso,
el éxtasis lento deja su herencia,
la seda y el aire huelen a promesa,
los cuerpos se miden en silencio.
El peso de la noche no es el cansancio,
es la certeza de que el pacto es cierto,
tu nombre está escrito sobre mi pecho,
somos un secreto infinito... incierto
La luna testigo, de un par de seres desafiantes, cómplice del placer inminente, feliz y dudosa, complaciente, amable. Le juro que de esto, librosa no salgo
ResponderBorrarPactos de deseo,
ResponderBorrarde besos atrapados,
de amores reprimidos
y de sueños húmedos,
que honran nuestra ley,
que liberan el tiempo y
desvanecen el espacio