Para: Besyr
IEROS
Ella danza, antorcha en la sombra,
fuego quieto, chispa que responde.
Nike grita en su piel sagrada,
agua y llama, su ser desborda.
Deseo ciñe su paso firme,
sacramento vivo, tiempo se esconde.
La miro, perdido en su ceniza,
esa mujer, abismo que no perdona...
Ambrosía emana del templo al aspirarse, luz y calor que surgen de los vapores. Verbos, versos y cantos van a fundirse en tu aliento sagrado, todos los sabores.
FOREAS
Camina el fuego, antorcha viva,
susurra al agua, canta su alma.
Mujer deseo, sombra encendida,
aroma de diosa, fuerza callada.
Vuelve la noche, su luz avanza,
templo oscuro, su fe desarma.
Sacerdotisa del vuelo y danza,
ardes, mujer, entre llamas santas...
Ardes en piel magenta y olas blancas,
en noches festivas, rebeldes y bravas.
Tormentas y temblores logras calmar—
tu fuego en mi mar nunca se apaga.
HIEREIA
Arde la llama en tus manos,
antorcha de agua y destino,
mujer, verbo de lo divino,
mi deseo danza en tus pasos.
Eres fuego que nunca apaga,
Nike en vuelo sobre el abismo,
sacerdotisa entre bautismos,
epifanía que el alma embriaga...
Portadora de banderas y lazos,
fogatas llenas de lunas y abrazos,
cantos, inciensos, llamas, susurros...
PHOSTER
Ecos de tus labios musitan,
cuerpo ardiendo como la luna.
El deseo danza en penumbra,
gemidos rompen silencios densos.
Eres vino en lengua de fuego,
la noche se curva en tu piel.
Seduces al viento en suspiros,
mujer, abismo de mi locura.
Fogata celeste que viene
Cometa brillante viviente
Antorcha que efluye en la mente.
NIKE
Eres sombra, deseo, luz desnuda,
miel ardiente, amante y amiga,
bajo mi piel, pasión que murmura,
sacerdotisa de noche encendida.
La luna canta tu nombre secreto,
tu cuerpo es río, verbo y fuego,
en tus labios, el cielo perpetuo,
y en tus manos, se quiebra el tiempo.
En tus ojos los fuegos de artificio
Y sobre tus muslos mi vicio...
HYDRO
Bajo la luna, danza tu piel.
Eres río de deseo infinito.
Fluyen mareas entre tus dedos.
Amante, templo de fuego sagrado.
Tu voz es canto de oleaje.
Arden secretos en agua tibia.
Sensualidad, un altar profundo.
Soy sed, tú eres mi océano.
La piel desborda sus monzones
en tu oleaje, encuentro mi trono.
PYRO
Tu cuerpo, un río canta lento.
Mis manos, orillas que lo sienten.
La sed despierta en cada corriente.
Eres el agua, pasión urgente.
Tu boca es un delta donde naufrago,
salobre y dulce, marea de gemidos.
Mis dedos trazan rutas en tu cauce,
y en cada curva, un río se hace nido.
Tu beso, oleaje, fuego en calma.
Suspira caricias, luna en palma.
Eros respira en tu piel viva.
Latimos juntos, marea altiva.
HENOSIS
Noche forja un crisol de contrarios:
tu oleaje en mis llamas despierta.
Somos ritual sin altar necesario,
dos mitades de la misma puerta.
La luna bebe de tu río calmo,
yo, leño ardiente, en tu humo me alzo.
Ya no hay senda, ni abismo, ni abrazo
solo este fuego líquido que nos hace mapa.
HIEROS GAMOS
No hay más verbo que la piel desnuda,
ni himno más puro que el jadeo en la alfombra.
Tú, sacerdotisa de río y ascuas;
yo, peregrino de tu sombra.
Fundidos en un solo estuario,
el tiempo olvida su senda.
Eros y Thanatos, mudo el diccionario:
solo queda esta cicatriz... tendida y eterna.
Alba rompe, mas no su luz menguante:
en nuestra simiente, eclipse constante.
-Omar Constantin -
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