No todo lo que se rompe hace ruido
Algunas cosas colapsan en un silencio tan profundo que solo el alma puede escucharlo...
BLANCO Y NEGRO
I
Llueve, mis manos en silencio frío,
hojas heridas por un suspiro.
Abril desgarra cielos en penumbra,
mi alma vacía canta su herida,
Vacíos mis ojos, grietas del cielo,
vacías mis manos, polvo en el suelo
Mis ojos dibujan sombras calladas,
mis manos buscan pieles lejanas.
Abril no trajo flores, trajo grietas:
se rajó el cielo como un plato viejo.
Mis manos juntan silencio en vez de semillas, y el viento repite tu nombre… -¿o es el eco?-
La luna mira desde su rincón de viuda, sabe que escribo esto con tinta muerta. Todo lo que toco se vuelve arenizca, hasta el reloj dejó de latir en la mesa.
II
Mi alma vacía, vaga sin dueño, abril me grita su viejo sueño. dolor antiguo silba en la bruma, grita su culpa la flor caída.
La piel se quiebra, cántico seco, el aire pesa, muro de eco.
***
El viento trae susurros heridos, y el tiempo sangra huesos perdidos. Te fuiste un martes sin cerrar la ventana. Ahora el viento juega con libros vacíos: arruga poemas, mezcla blanco y verde con migas de pan y polvo de estrellas frías.
***
A veces creo oírte reír en la cocina,
-Esa a la que no entrabas-
pero solo es la lluvia mordiendo el aluminio. El microondas sonando.
-Guardo tu taza rota tras la puerta
por si un día vuelves... a pedir café-
III
Susurros rotos, calles perdidas,
luz que se apaga, vida sin vida.
Río inmóvil, cárcel de cenizas,
días marchitos lloran el camino
Calla la sangre, fin del abismo,
grita el silencio, su fiel espejismo.
***
Vacíos retumban cielos amargos,
y el alma brota de pozos largos. Las ausencias crecen de noche, se enredan en las cortinas, trepan por las paredes hasta dibujar tu perfil en el yeso.
***
intento borrarte con alcohol y trapos viejos, pero tu risa queda grabada en los azulejos. Hoy hasta mi sombra tiene huecos: donde estuvo tu mano, ahora hay huecos.
IV
Abril maldito, río dormido, eco doliente, tiempo hundido. sombras grises muerden la mañana, abril maldito, eterno y mezquino. Todo es ceniza, sombra que arde, nada que llene donde tú faltes. Vacíos ...
V
No hay sol que encienda estas cenizas, ni lluvia que cure tales prisas.
Las horas aquí son charcos profundos:
-me hundo en las 3 PM donde aún existías-
-nado en las 8 de la noche que nos condenó-
- y las 11:43… esa mordió como perro-
El reloj de la sala tose segundos oxidados.
Ya no sé si el tiempo avanza o retrocede:
solo sé que abril huele a tu almohada vacía....
y que mayo será otro nombre para la herida.
Comentarios
Publicar un comentario
Que tengas un excelente día.