Así también la lengua es algo pequeño pero puede mucho; aquí tienen una llama que devora bosques. La lengua es un fuego, y es un mundo de maldad; rige nuestro organismo y mancha a toda la persona: el fuego del infierno se mete en ella y lo transmite a toda nuestra vida. -- Santiago 3: 5,6
ABRIL, DE NUEVO MALDITO ABRIL
Para: Besyr
ACUSE DE RECIBIDO
Me escupes la cara, abril, malaya
me arrancas las uñas del alma,
me quitas las ganas y el aliento,
me acusas de traición al viento.
Maldita lengua que arde y resbala,
me juzga sin hurgar en mis venas,
me desgarra la piel con su mordaza,
látigo eterno que sin tregua me halla .
Miro el calendario y carcajeo:
de nuevo abril, tu falsa primavera.
Maldigo mi risa demente y sollozo
Encimismado, de mi historia reo.
"2"
Abril, jardín de espinas en flor,
cosechas cicatrices en mi piel.
El dolor arrastra su desvarío,
incendia el aire, pudre el estío.
La noche aplasta como losa gris,
guarda secretos en cada rendija.
Lengua de fuego que nunca dirije
acuse al insomnio maldito alguacil.
Agujas en el techo, sublime paradoja.
Alambre de puas en el cuello ahoga,
El hablador teje su propia soga,
mientras la luna bebe mi congoja.
"3"
Pero el fuego cansa de arder en vano,
se quiebra al chocar contra el espejo.
Y cuando el trueno rasga las mentiras,
la luz nos muestra el rostro viejo.
"4"
Guardamos polvo bajo las miradas,
cenizas de lo que un día fuimos.
Quemándonos vivos en cada grieta,
en el museo de lo no dicho.
"5"
La botella vomitó su verdad,
pero nadie quiso escuchar nada.
Ella tejió trampas con dulzura,
redes de seda que envenenan lento.
Sus ojos mintieron entre sábanas,
su risa, navaja sin remordimientos.
Atrapado en promesas de azúcar,
látigos de luna en la noche quieta.
"6"
Mi juez bebía sombras en su taza,
mi culpa danzaba ya encadenada,
Las palabras eran clavos oxidados,
yo, el necio que enterro su coraza.
La razón naufragó en tu puerto,
la luna dictó tu sentencia...
Culpable, reo de mandamiento.
Ya no vale nada tu arrepentimiento.
Una mujer, una habladuría, abril,
triunfando en dañar al viejo alfil.
Temblores florecen entre las tumbas
Aguijones y calumnias derrumban,
"7"
Perdóname, abril, si aún te nombro,
si en mi garganta quedan tus espinas.
El fuego que encendiste ya es carbón,
pero el humo sigue en mis pupilas.
Perdóname si mis llamas quemaron tu bosque, si en mis labios solo crecían espinas. Guardaré tu nombre donde el silencio arde, ceniza de un clamor que imaginas.
"8"
Susurros arden entre bocas ajenas,
verdades dobladas en ráfagas frías.
Mujer amiga, de piedra tu pecho,
mi culpa danza en llamas sinceras
No te pido que entiendas este fuego mudo, ni que descifres cicatrices en mi pecho. Solo que recuerdes, entre tanto abril, que hasta el verdugo llora su propio desecho.
Tu cólera, un río incontrolable,
castigo vivo en mi piel vencida.
Perdón, un eco que apenas respira,
mi alma rota en tu mirada herida.
"9"
Guardaré tu tiempo entre los muros
donde el silencio quema más que el grito. Abril, verdugo...
Verdugo...
de mis abriles...
Verdugo...
De mis viejos abriles.
"10"
En mi infernal abril, falsa primavera
Perdón, amiga, son sombras mías, destierros nacen de manos frías.
En pozos de culpa mi pecho arde,
la bruma tiñe lo que tú guardas.
Abril me quiebra con su ceniza,
fue mi tormenta, tu fe perdida.
Perdón, amiga, luna olvidada,
mientras destruyo lo que lástima,
Calla.
[*Puede leerse completo o por secciones numeradas.]
FALACIA
Maldito y mil veces maldito,
El tonto que escribir puede...
Construye versos,
catedrales de aire.
Cimientos firmes,
Emociones siniguales...
columnas constantes.
Describe lagos, ríos y mares
Con Rimas consonantes...
Conozco el arte de armar palabras,
pero mi lengua es eco vacío.
El lenguaje vulgar me calla y me tuerce
mi voz, es un río sin desembocadura,
de todo siempre presente, lo importante siempre carente.
Hablo en silencios, en pausas cortadas,
Malaya sea mi suerte, que impotencia
la mía no saber entenderte...
me digo poeta pero de frente
muero lentamente...
-Omar Ben Constantin-
*Ensimismado, de mi historia reo.
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