BRUMA Y ROCIO IV


Capítulo 4: «Alquimia del Instante»  
(Transformación, renacer y ciclos eternos)

Este poemario es un viaje a través de cuatro paisajes interiores: 
Las Raíces del Tiempo: Ciclos naturales que tejen vida y muerte. El Silencio Habitado: La quietud que habla en paredes, sombras y reflejos.  Las Huellas Efímeras: Memorias que el viento arrastra pero no borra. Alquimia del Instante: La magia de lo fugaz convertido en eternidad.  

Cada haiku, pulido bajo la estructura tradicional (17 sílabas) es un latido. Imagenes cotidianas, una instantánea del alma, del dolor, del aprendizaje, la simplicidad que anuda los tiempos.

Así dijo el poeta "CUATRO ESTACIONES... TE ESPERARÉ CUATRO ESTACIONES". Después, la ausencia; después, el olvido, después la Mar.



1. 
   Raíces profundas   
   bajo tierra los brotes...   
   emergen al alba 

2.   
   Mi luna nueva  
   escribe en el agua...  
   Pastos verdes 

3.  
  El rocio cae
  bruma entre cerezos...
  Canto del gallo

4.  
  Rayos y lluvia 
  el roble aferrado …
  alba trae alas.   

5. 
    Bruma que guarda
    entre hojas caídas…  
    viento suspira 

6.
   Sol, arena, mar
    El ocaso rojizo …   
   lágrimas blancas 

7. 
   La mariposa   
   tejiendo nuestro tiempo…
   Alas fragiles

8.
   La golondrina  
   levantando su vuelo …
   Ecos del alma   

9.  
   La luna flota 
   en nemorosa cima...
   Aspiracion mia
      
10. Alquimia final
    Bruma y rocío 
    se funden en el vacío… 
    eterno instante 

               
           -Epilogo-              Tanka

1.
En noche rota,  
se alza el hombre sin llanto,  
sangre en su pecho,  
Derrota la mentira,  
el alba limpia su voz.

2.
Lágrimas caen,  
pero el sol asoma.  
La sombra miente,  
la verdad del viento  
cura la traición.

3.
   Cenizas quedan,  
   mentiras rotas arden,  
   surge el alma,  
   en la penumbra canto,  
   la senda florecida 

                -Omar Constantin-

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