NOCHE DE NAVIDAD

El conquense fray Ambrosio Montesinos (¿1450?-¿1514?), popularmente conocido como «el villanciquero de la reina», estuvo al servicio de los Reyes Católicos —fue confesor y predicador real, y el poeta preferido de Isabel— y de la Iglesia —y encontró en la Orden de los Franciscanos los principios e ideales que palpitan en toda su obra: caridad, austeridad, compasión y profundo respeto por la naturaleza—. Su poesía religiosa recoge fundamentalmente episodios de la vida de Cristo y de la Virgen, ya sea relacionados con su nacimiento o con su Pasión y muerte.


La noche santa

No la devemos dormir
la noche sancta.
No la devemos dormir.


La Virgen a solas piensa
qué hará,
quando al rey de luz inmenssa
parirá:
si de su divina essencia
temblará,
o qué le podrá decir...


No la devemos dormir
la noche sancta.
No la devemos dormir.


Qué pensamientos te rigen
a tal hora,
no menguada santa Virgen
mi señora.
Gloria son que no te afligen
causadora
de Dios en carne venir.


​No la devemos dormir
la noche sancta.
No la devemos dormir.


Quando la parió la virgen [dama]
singular
no le [se] puso en blanda cama
a reposar [a regalar]
más con pura [toda] fe se inflama
en adorar
al hijo que fue a parir [al que pudo tal parir].


No la devemos dormir
la noche sancta.
No la devemos dormir.



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