Ahora, amiga mía, nada fue como dicen, No fue el atardecer en el muelle, ni el barco zarpando, o la luna navegando... Los pétalos flotando, los fuegos ardiendo. En la costa que naufragamos, la selva en la que nos perdimos, Las noches que vimos.
Amiga mía, Qué decir, si te fuiste en el sonido de la brisa, en una mañana soleada cercana a las primaveras, los inviernos golpearon puertas, el corazón se enfrió se volvió piedra,se volvió lodo... se volvió arena.
Mi piel llena de cicatrices, mis dedos,
mis intestinos rasgados y sangrantes,
no habrá Paz, para este hermano solo la guerra la hambruna y la soledad...
No se acallan los gritos ni con la música alta ni con Los grillos, no se oculta el soliloquio con el órgano de la parroquia,
no se calla la mente dándole vueltas al día,
no se calla el dedo profiriendo maldiciones,
son vidas que viene de mí,
mujer poluta, libélula muerta, pantano sin lirios, que viene de mí bosque de encinos,
pinos donde los hongos no crecen donde el lobo no acampa,
que será de la vida que será de mi vida,
que será de la luna que ya no está,
de las palabras que nunca se dijeron,
de los versos que nunca se cantaron
de los sonidos que nunca se exhibieron,
qué será de la mirada,
la mirada profunda
pozo de las angustias y los amores,
qué será del ojo, que será de labio, qué será de la boca, qué será de la oreja, que será del cuerpo mutilado que yace sobre el costado de la pirámide ardiendo con los soles,
qué será del alma..... Se evapora, el terror al cual fue adherida que será del culpable,
que será del malhechor,
que será de la traición,
que será de la veneración,
que será de la palabra...
que llamábamos amor
que será de la vida misma
del dolor y del ardor
que será del final de la muerte
crecida de la muerte dolorosa del duelo .
O el amanecer, El amanecer perfumado de jazmines...
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