Nunca una madre abandona.
Cuando partas a batallar
Ella se inclinara para orar.
Cuando estés bajo fuego de metralla
Ella acariciara en su cuello la medalla.
Cuando este oscuro y brillen las estrellas
Serán para ella tus huellas.
Cuando habrá de levantarse a pelear
Su mano no te abandonará.
Cuando duermas y sueñes con tu hogar
El recuerdo de su regazo te hará mitigar.
Ten presente, siempre su dádiva.
Respira y resiste... Ella lo hara
No desistas en la lucha,
Más alégrate por el amanecer.
Cuidate de las balas y del cañon
Cuida siempre de tu batallón.
Una madre nunca abandona.
Aun en la sepultura la rosa
De ella perfumada te acompaña.
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Que tengas un excelente día.